POCHOCLO TRIP

¿Qué sería de nosotros, personas y realizadores, sin Hollywood? Es muy difícil de imaginar. Es muy difícil porque nuestra percepción y nuestra forma de pensar se han visto atravezadas desde la niñez con estas imágenes, de las más variadas.
Terminator 4 no defrauda al público pochoclero, que para no hablar con su mujer decide un sabado a la noche sentarse por casi dos horas a emprender un viaje lleno de explosiones, en el más literal de los sentidos.
Así, luego de los títulos, se comienza con una bombardeo de imágenes de alta complejidad y con muchos elementos estimulantes. La náusea comienza a correr por la garganta, los ojos se secan.
La película trata un tema ya familiar, la famosa lucha de los hombres contra las máquinas, la supuesta lucha. Porque existe una guerra, pero es demasiado mundana y aburrida para que ocupe minutos de la pantalla grande. Entonces, con la figura de esta super máquina, se nos hace entender que hay una lucha, que en esa lucha hay dos bandos, que uno de esos dos bandos está compuesto por gente, que muere, y que la fucking vida se trata de resistencia. Filosofía pura.
Además, y sobre todo en este cuarta presentación, se nos hace creer que podemos predecir lo impredicible para lograr vencer a aquello que por determinadas circunstancias es lo más poderoso. Faltaría que a la salida del cine nos den un papel de estas iglesias que salvan a la gente a cambio de dinero.
Más allá de la historia en sí, es de despropósito la abundancia asquerosa, se podría decir propia del capitalismo, de recursos para recrear las situaciones de tensión-persecución que allí se desarrollan. Ah, me olvidaba que sin eso no hay pelicula. De esta manera, los diálogos aburridos y redundantes muestran una falla importante en las imágenes, que por más cargadas que aparezcan, son vacías a nivel narrativo.

Es que no se si se comprende el aspecto trasendental de un film. Igual, son sólo pensamientos en un blog.